El Consejo Departamental del Departamento de Folklore declaró de interés cultural a la labor que se lleva a cabo en el “Patio de la Pirincha” de Cosquín.
El día lunes 16 de diciembre, el Consejo Departamental de Folklore, aprobó por unanimidad la resolución N° 0104/2024 que declara de interés cultural a la labor que lleva a cabo en la localidad de Cosquín, Córdoba en el “Patio de la Pirincha”.
Esta declaración se basa en la trayectoria y la importancia que tiene el “Patio de la Pirincha” para toda la comunidad artística de Cosquín, y de todo el país. Es por eso, que el Departamento de Folklore reconoce y felicita a los/as hacedores/as de este espacio cultural.
Sobre el Patio de la Pirincha
“A pocas cuadras de la emblemática plaza Próspero Molina del festival de Cosquín, caminando hacia el río, se encuentra el Patio de la Piry. El patio, valga la redundancia, es un patio. No es un bar, ni una peña, ni un local comercial, es el patio de una casa puesta al servicio del encuentro y la cultura, que se financia y sobrevive por el apoyo y la porfía de todxs.
Este reconocido patio surge en 2001, a posterior de la crisis, como un lugar donde alquilar para poner las carpas durante el festival. Por casualidad o porque así debía ser, los primeros que llegaron fueron músicxs, que con el mango justo echaban su suerte sonora en las peñas coscoínas. Debajo de un damasco y una mora las tardes congregaban músicxs que ensayaban para sus presentaciones nocturnas.
Lxs musicxs y bailarinxs que iban llegando iban dejando huellas en la tierra suelta de este patio que se llenaba de ritmos y paisajes diversos.
Año a año, el patio se convertía en una cita obligada para lxs trasnochadxs que deseaban que la música, la danza, el encuentro no terminara ni siquiera amaneciendo.
Las carpas quedaron a un lado y de a poco este patio fue encontrando lugar para algunas sillas, unas mesas, un pequeño escenario, un frezeer para bebidas frescas, pero el ritual del encuentro, la celebración y la diversidad musical continuó intacto.
Hoy estamos orgullosos de contar/mostrar/disfrutar y sostener autogestivamente la Orquesta de Música Popular del Patio de la Pirincha que alberga a más de 80 niños y niñas de Cosquín y pueblos vecinos, en diferentes talleres orquestales, guitarra, violín, canto coral, charango, vientos andinos, percusión, violonchelo.
Sumados a ellos, diferentes talleres de oficios, gastronomía, hilado artesanal, fotografía para niñeces, artes visuales, danza, y con el sueño de sumar más talleres en el próximo año.
¡La cultura no solo es la sonrisa, sino una fundamental herramienta de transformación social!”
Esta declaración se basa en la trayectoria y la importancia que tiene el “Patio de la Pirincha” para toda la comunidad artística de Cosquín, y de todo el país. Es por eso, que el Departamento de Folklore reconoce y felicita a los/as hacedores/as de este espacio cultural.
Sobre el Patio de la Pirincha
“A pocas cuadras de la emblemática plaza Próspero Molina del festival de Cosquín, caminando hacia el río, se encuentra el Patio de la Piry. El patio, valga la redundancia, es un patio. No es un bar, ni una peña, ni un local comercial, es el patio de una casa puesta al servicio del encuentro y la cultura, que se financia y sobrevive por el apoyo y la porfía de todxs.
Este reconocido patio surge en 2001, a posterior de la crisis, como un lugar donde alquilar para poner las carpas durante el festival. Por casualidad o porque así debía ser, los primeros que llegaron fueron músicxs, que con el mango justo echaban su suerte sonora en las peñas coscoínas. Debajo de un damasco y una mora las tardes congregaban músicxs que ensayaban para sus presentaciones nocturnas.
Lxs musicxs y bailarinxs que iban llegando iban dejando huellas en la tierra suelta de este patio que se llenaba de ritmos y paisajes diversos.
Año a año, el patio se convertía en una cita obligada para lxs trasnochadxs que deseaban que la música, la danza, el encuentro no terminara ni siquiera amaneciendo.
Las carpas quedaron a un lado y de a poco este patio fue encontrando lugar para algunas sillas, unas mesas, un pequeño escenario, un frezeer para bebidas frescas, pero el ritual del encuentro, la celebración y la diversidad musical continuó intacto.
Hoy estamos orgullosos de contar/mostrar/disfrutar y sostener autogestivamente la Orquesta de Música Popular del Patio de la Pirincha que alberga a más de 80 niños y niñas de Cosquín y pueblos vecinos, en diferentes talleres orquestales, guitarra, violín, canto coral, charango, vientos andinos, percusión, violonchelo.
Sumados a ellos, diferentes talleres de oficios, gastronomía, hilado artesanal, fotografía para niñeces, artes visuales, danza, y con el sueño de sumar más talleres en el próximo año.
¡La cultura no solo es la sonrisa, sino una fundamental herramienta de transformación social!”