Como todos los 17 de junio, el Departamento de Folklore conmemora y rinde homenaje al General Don Martín Miguel de Güemes, militar y político argentino que cumplió una destacada actuación en la Guerra de Independencia de la Argentina.
El Departamento de Folklore de la UNA considera que acercarse a la imagen de Martín Miguel de Güemes y su papel en las luchas independentistas de América Latina es repensar el pasado de la nación.
El 17 de junio se conmemora la muerte de Martín Miguel de Güemes, figura cuyas acciones fueron fundamentales en el proceso revolucionario de independencia de los territorios que alguna vez fueron colonias del Imperio español. Muy joven participó en la reconquista de Buenos Aires tras la invasión británica. Para luego librar la Guerra de la Independencia en el territorio que ahora conforma el noroeste argentino. Las luchas en esta zona fueron cruciales para mantener el resto del territorio del antiguo Virreinato del Río de la Plata a salvo de las invasiones realistas del Alto Perú, el centro del poder de España en América del Sur.
La hazaña lograda por Güemes, con su “División del Infierno de los Gauchos de Línea”, conocida como "Los Infernales", se caracterizó por el combate de milicias integradas por gauchos y lugareños. En 1817, como Gobernador de Salta, hostigó a los realistas que ocupaban temporalmente la ciudad, dirigidos por La Serna, hasta obligarlos a retirarse derrotados. Esta defensa se convirtió en una de las acciones más destacadas de la milicia por su importancia en la lucha por la independencia. La intervención de Güemes también fue decisiva para asegurar la protección política de Juana Azurduy tras la muerte en combate de su esposo, Ascencio Padilla, durante la lucha por la independencia. Azurduy se unió a "Los Infernales" y luchó junto a Güemes hasta la muerte del cacique salteño en 1821.
La investigación histórica indica que en torno a Güemes se produjo una de las experiencias de independencia más igualitarias socialmente. Su liderazgo se estableció a partir de un contacto directo con el pueblo, por lo que se lo llama, desde entonces “el padre de los pobres". Para honrar hoy, a este luchador se invita a pensar en sus palabras: “Al Pueblo que quiere ser libre, no hay poder humano que lo sujete” Martín Miguel de Güemes.
El 17 de junio se conmemora la muerte de Martín Miguel de Güemes, figura cuyas acciones fueron fundamentales en el proceso revolucionario de independencia de los territorios que alguna vez fueron colonias del Imperio español. Muy joven participó en la reconquista de Buenos Aires tras la invasión británica. Para luego librar la Guerra de la Independencia en el territorio que ahora conforma el noroeste argentino. Las luchas en esta zona fueron cruciales para mantener el resto del territorio del antiguo Virreinato del Río de la Plata a salvo de las invasiones realistas del Alto Perú, el centro del poder de España en América del Sur.
La hazaña lograda por Güemes, con su “División del Infierno de los Gauchos de Línea”, conocida como "Los Infernales", se caracterizó por el combate de milicias integradas por gauchos y lugareños. En 1817, como Gobernador de Salta, hostigó a los realistas que ocupaban temporalmente la ciudad, dirigidos por La Serna, hasta obligarlos a retirarse derrotados. Esta defensa se convirtió en una de las acciones más destacadas de la milicia por su importancia en la lucha por la independencia. La intervención de Güemes también fue decisiva para asegurar la protección política de Juana Azurduy tras la muerte en combate de su esposo, Ascencio Padilla, durante la lucha por la independencia. Azurduy se unió a "Los Infernales" y luchó junto a Güemes hasta la muerte del cacique salteño en 1821.
La investigación histórica indica que en torno a Güemes se produjo una de las experiencias de independencia más igualitarias socialmente. Su liderazgo se estableció a partir de un contacto directo con el pueblo, por lo que se lo llama, desde entonces “el padre de los pobres". Para honrar hoy, a este luchador se invita a pensar en sus palabras: “Al Pueblo que quiere ser libre, no hay poder humano que lo sujete” Martín Miguel de Güemes.