Semana Mundial de la Lactancia Materna

Semana Mundial de la Lactancia Materna

Comisión de Derechos Humanos, Diversidades y Géneros

El Departamento de Folklore se une y acompaña la iniciativa de La Semana Mundial de la Lactancia Materna, que se realiza todos los años del 1 al 7 de agosto, a través de su Comisión de Derechos Humanos, Diversidades y Géneros.
Del 1 al 7 de agosto se celebra, todos los años, La Semana Mundial de la Lactancia Materna, campaña mundial coordinada por la Alianza Mundial para la Acción de Lactancia Materna.

Su origen se remonta a finales del siglo pasado, donde impulsada por la OMS, se unieron 120 países en favor de la Lactancia Materna promoviendo este accionar como una de las acciones fundamentales, en la relación madre e hijo, para crear conciencia, estimular la acción y sus implicancias en la salud pública y la comunidad.

La lactancia materna es una de las formas más eficaces de garantizar la salud y la supervivencia de los niños, es beneficiosa tanto para el bebé como para la mujer que amamanta. La leche humana es la mejor forma de aportar al bebé todos los nutrientes que necesita para un crecimiento saludable. A través de la leche de la mamá, el bebé se alimenta e hidrata y recibe defensas que le protegen de muchas enfermedades. A su vez, la lactancia brinda una oportunidad de reforzar el vínculo afectivo amoroso, a través de palabras, miradas, caricias, arrullos y juegos, fundamentales para el desarrollo.

En ese sentido, la lactancia no debe ser entendida como responsabilidad únicamente de la persona que amamanta, es necesario el acompañamiento de la pareja, la familia, todo el entorno, se debe promover la igualdad de derechos entre géneros, personas con capacidad de gestar y acompañantes para poder sostener la lactancia. Amamantar es lo único que sólo una persona puede hacer. El resto puede mecer, abrazar, consolar, bañar, pasear, jugar, cambiar el pañal, liberar a quien amamanta de otras tareas ya sea domésticas o laborales.

A su vez, el embarazo y la lactancia son un momento especialmente vulnerable para las mujeres trabajadoras y sus familias. Las mujeres embarazadas y lactantes requieren protección especial para prevenir daños a su salud o a la de sus bebés, y necesitan tiempo suficiente para dar a luz, recuperarse y amamantar a sus hijos. Al mismo tiempo, también necesitan protección para garantizar que sus puestos de trabajo no se ven amenazados por el embarazo o la licencia de maternidad.

Los ámbitos de trabajo deben adecuarse y propiciar ambientes que contribuyan a esta tarea. Difundamos cada día con gran compromiso, los beneficios del amamantamiento para toda la sociedad, una sociedad comprometida con los derechos de las madres y las/os niñas/os, va construyendo un mundo más equitativo y justo para todas/os.
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