Luego de 171 años de aquel 22 de agosto en que William John Thoms propusiera la denominación de Folk-lore, para ese particular campo de estudio del “otro cultural” que comparte el territorio propio, se recorrió un largo camino: pasamos infinidad de teorías y abordajes. Se habló de superviviencias, Redfield y Foster nos hablaron de hombre y sociedad folk, Gramsci y Lombardi Satriani de “resistencia a las culturas dominantes”, se corrió el eje a conductas y comportamientos determinados… Hoy nos encontramos enriquecidos con una diversidad de miradas para definir estos procesos culturales con fuerte contenido identitario y con una dinámica contrahegemónica, con la irrenunciable impronta de pensarnos desde nosotros mismos.